viernes, 28 de marzo de 2014

Por qué un bebé no puede manipular a sus padres mediante el llanto, según la ciencia

Para las madres que siempre me preguntan- ¿y ahora por qué llora?-, y yo les digo- está recién nacido, solo puede llorar- . Tene a tu hijo en brazos, es lo mejor que le puede pasar junto con el amamantamiento, estarás formando una persona sana y segura, cuanto puede hacen estás acciones, vale la pena ponerlas en práctica. Luisa

30 de septiembre de 2013 | 10:00 CET



Hace unos días comentamos un estudio que decía que los padres más cariñosos y comunicativos tienen hijos menos problemáticos en la escuela, y tanto yo como las que comentasteis llegamos a la conclusión de que parece mentira que tengan que hacerse estudios para demostrar cosas que parecen realmente obvias.

Hoy, por esto mismo, quiero hablar del llanto de los niños para tratar de desmitificar algo que mucha gente lleva muchos años creyendo, que los bebés pueden manipular a sus padres con su llanto, es decir, que pueden lograr que sus padres actúen a su antojo con sólo llorar o no hacerlo, en base a su inteligencia, su malicia o por ser pícaros. No, esto no es posible, un bebé no puede manipular a sus padres con el llanto, y ahora os diré por qué.

Que sí, que los bebés intentan manipular a sus padres y controlarles
Cree la gente que los bebés llegan al mundo a plantar batalla, a tratar, desde el principio y con sus herramientas básicas, de controlar a sus padres para poco a poco ir haciendo de ellos dos marionetas a las que controlar a su antojo. Seguro que en más de una ocasión habréis oído o recibidos consejos que dicen eso de “Déjale llorar, que no le pasa nada”, “no hagas lo que te pide, que te está intentando controlar”, “si lo coges y cedes, te gana”.

Es posible incluso que hayáis oído a padres y madres explicar lo listos que son los bebés, que enseguida aprenden a tomar el pelo a sus padres: “lo dejo en la cuna y se pone a llorar, le cojo y se calla… y si le vuelvo a dejar, vuelve a llorar… manipulación total”.

Pero no, es científicamente imposible
Sin embargo no puede ser. Un bebé no puede hacer eso. Sin hablar de ciencia, sólo con el sentido común, basta con saber que un bebé no es capaz de conocer las consecuencias de sus actos para darnos cuenta de que es imposible. Un bebé no sabe que si hace A, luego viene B. Si lo supiera sería un ser racional, y aún no lo es. Dicho de otro modo, un bebé no sabe que puede manipular a las personas de su alrededor, primero porque no sabe qué es eso de manipular y segundo porque es incapaz de simular o actuar para conseguir lo que quiere. Para poder hacer eso necesita ser capaz de pensar de un modo lógico, sabiendo que si llora logrará que sus padres le hagan caso y que, a partir de entonces, empezará a controlarles un poco más, y así cada vez más, hasta llegar al poder.

No, un bebé llora porque se encuentra mal o siente que algo no está bien. Es algo totalmente primario. Tengo hambre, pido comida… pero es que ni siquiera piden comida, ellos lloran y punto: “me molesta un montón la barriga… buaaaa”, igual que cuando tienen frío, calor o se sienten solos. Ellos no piensan eso de voy a llorar a ver si me cogen en brazos, o voy a llorar a ver si me tapan con una mantita de ositos. Ellos lloran porque sienten cosas desagradables, porque no están a gusto, y a ver si con el “buaaaa” resulta que quien viene acierta y me quita esa molestia.

Ahora, hablando de una manera más científica, los bebés, para poder controlar a los adultos necesitan que su cerebro racional funcione, que sus lóbulos frontales sinteticen glutamato, que es un neurotransmisor necesario para pensar de manera lógica. Como podéis imaginar, el cerebro de los bebés no está lo suficientemente desarrollado como para que se produzca la síntesis de glutamato y, de hecho, sus lóbulos frontales, que forman parte del cerebro racional, apenas se han empezado a desarrollar.

La consecuencia de esto es que los bebés no tienen pensamiento lógico, y como no lo tienen, es imposible que puedan pensar en manipular a sus padres, porque ni saben manipular, ni saben qué es “padre”, ni saben que los que le cuidan son sus padres y van a estar siempre con él. No saben nada de eso, así que, sin saberlo, como para empezar a pensar en trazar planes maquiavélicos a largo plazo están. Pobrecitos, suficiente tienen con tratar de calmar aquello que les hace sentir mal en el momento presente.
Foto | Nathan Walker en Flickr

jueves, 27 de marzo de 2014

Batalla por el verde

Domingo, 16 de marzo de 2014
Cambio climático, cortes de luz, infraestructura y el parque de árboles en la ciudad

El árbol, en su acción como un “acondicionador de aire” en el medio urbano, adquiere una importancia trascendental en el contexto de la ciudad futura atada al cambio climático.

  Por José Andrés Repar *
Se trata del verde en los techos, en las paredes y principalmente de los árboles que poseen una enorme serie de atributos ambientales y hasta aspectos “mágicos y poéticos”. En los términos mercantilizados del mundo de hoy, calcular su valor económico en verdes con la cara de Franklin es lo que más puede conmover a los gestores de los bienes públicos.

El árbol en su acción como un “acondicionador de aire” en el medio urbano adquiere una importancia trascendental en el contexto de la ciudad futura atada al cambio climático. Es tan importante el ahorro de energía que producen los árboles en la ciudad y en toda la región metropolitana en épocas de calores extremos que obliga a considerarlos como un servicio público más, una especie de infraestructura que hace a la mejora de la calidad de vida, como son los caminos, las redes de gas o electricidad. Evaluaciones en este sentido son por lo general ignoradas por las planificaciones tradicionales de infraestructura.

Cada árbol introduce una actividad térmica muy importante en el verano para su propia sobrevivencia. Extrae agua y minerales del suelo donde las temperaturas por debajo del metro se hallan entre 15 y 20ºC y la lleva por sus canales hacia el tronco y hacia las hojas de su copa. En las hojas se hallan los poros o estomas por donde se produce la llamada transpiración de la planta y la evaporación al medio. Por distintas acciones químicas y mecánicas las plantas por lo general evacuan más del 90 por ciento del agua extraída del suelo. Al evaporarse, el agua enfría las hojas y con ello la zona cercana a la copa. “Una investigación del Departamento de Ecología Global de la Universidad de Carnegie concluye que evaporar el agua ayuda a enfriar la Tierra como un todo, no sólo la zona de evaporación, lo que demuestra que la evaporación del agua de los árboles y los lagos podría tener un efecto de enfriamiento en la atmósfera entera” (Environmental Research Letters, Nov. 2011).

En el árbol comienzan los intercambios de calor del agua fresca del subsuelo con la masa del tronco, pero principalmente se produce un efecto enfriador por la absorción del calor latente del agua que es de 540 cal./Kg. al momento del pasaje del agua del estado líquido al gaseoso. Ello permite que el sol no achicharre sus hojas, pero también refresca la copa y el aire alrededor y de hecho en su conjunto trabaja cual “acondicionador de aire natural”.

Un árbol maduro extrae en verano, según la especie, entre 100 y 600 litros/día. Para un árbol medio de 30 centímetros de tronco y copa de 3 metros de radio podemos asumir una extracción en días de verano de un volumen de 200 litros/día. El 90 por ciento de este volumen (180 litros/día) al evaporarse produce una transferencia calórica de cerca de 97.000 cal. /día, que implica aproximadamente 90 Kw/h. En 24 horas de trabajo produce una transferencia promedio de 4000 cal. /h. (3,6 Kw/h.) o, en otros términos, un enfriamiento medio de 4000 frigorías/hora (¿le resulta conocido este valor? Sí, efectivamente, es la capacidad de enfriamiento de un aire acondicionado medio).

Si el árbol está aislado y su copa expuesta a los vientos, la eficiencia de enfriamiento del aire es muy baja. Sin embargo, si se agrupan en dos o tres el follaje de uno hace de contención del otro. Ello ocurre también con los árboles plantados en fila en las veredas de la ciudad. Las cuadras que poseen árboles con buen el follaje en ambas veredas poseen un aire fresco considerable. Dado que los árboles se hallan en un sistema abierto, la utilidad de esa generación de frigorías para los fines de acondicionamiento del aire cercano se reduce. Se puede medirla en forma sencilla con un termómetro en la mano, registrando la temperatura bajo la sombra de un árbol y fuera del área de su influencia. En cuadras con diez árboles por vereda de diversos tamaños y especies, como hay en algunas cuadras de Núñez y de Belgrano, he registrado una dispersión de temperaturas, pero en promedio concurren a -7ºC por debajo de la temperatura al sol y/o de la marcada por la oficina meteorológica. Tomando dicho valor promedio, podemos estimar la energía media que es necesaria para mantener la misma. Para ello nada mejor que la fórmula calórica clásica de Q=c.m.(t1t2). Si asumimos un volumen del aire circundante al árbol de 3 metros de radio y unos 5 metros de altura observamos la necesidad de una generación efectiva diaria de al menos 5 kw/h. básicamente en las horas diurnas. Cuanto más se juntan las copas de los árboles se produce un enfriamiento mayor y una actuación más efectiva del árbol-enfriador. En la cuadra las unidades de refrigeración de los edificios cercanos reducen más su consumo de energía por el mejor estado de prerrefrigeración del aire tomado.

En un escenario de veranos de altas temperaturas, la plantación sistemática de árboles debería ser prioritaria en diversos puntos urbanos por la incorporación masiva de splits. Debería ser considerada una infraestructura de carácter obligatorio. Desde ya que los árboles no sólo introducen un extraordinario beneficio con el ahorro de energía sino que filtran el aire, disminuyen la polución y absorben enormes cantidades de dióxido de carbono (CO2) generado por ese desarrollo urbano.

Cabe pensar en este contexto un plan nacional de arborización de los centros urbanos en conjunto con los municipios. Tomar conciencia que las posibilidades de la alternativa ambiental de los árboles redunda en mejoras de la calidad de vida y salud de la población, además de no necesitar divisas. En principio plantar y cuidar los árboles es una responsabilidad municipal, pero también es una responsabilidad nacional, en cuyas manos está la gestión de generación razonable y suficiente de energía.

En el artículo “Climate Mitigation by Urban Forest” (Mc Pherson y otros, 2011) para California se estima que los 177 millones de árboles urbanos de todo el estado permiten reducir el pico de la demanda estival en un 10 por ciento (alrededor de 5000 MW).

La zona del AMBA posee un suelo fértil de buen suministro de aguas y no tiene períodos largos de sequías. Las napas poseen una buena intercomunicación. Los picos de lluvias pueden ser mitigados por la absorción y retención del agua en las hojas de los árboles. Planificar una inversión sistemática y ordenada para cubrir con foresta los espacios públicos y también los semipúblicos como los centros de manzana es la tarea. En la Ciudad Autónoma de Buenos Aires hay, según la Dirección de Espacios Verdes, unos 360.000 árboles en un total de 12.255 manzanas. Por la irregularidad de algunas manzanas puede considerarse que la ciudad cuenta con unas 48.000 cuadras típicas. Con la ubicación de un mínimo de 20 a 25 árboles por cuadra tendríamos un potencial de plantación de no menos de 1.000.000 de árboles. Cabe recordar que el modelo territorial emitido por el Gobierno de la Ciudad con pompa y lujo pero sin la debida participación de los vecinos estima sin mayores datos una posibilidad para toda la ciudad de 600.000 unidades.

Los 1.000.000 de árboles con una copa de 3 metros de radio implican 27.000.000 de metros cuadrados. Siendo tres millones los habitantes, nos permitirían tener 9 metros cuadrados de sombra por habitante. Por su parte, el resto del área metropolitana del Gran Buenos Aires posee en sus 40 municipios unas 200.000 cuadras típicas, que conlleva a una plantación total potencial de más de 4 millones de árboles. En este contexto y a falta de registros se estima un porcentaje posible de incorporación similar al de la CABA, que indica 2.500.000 de plantas nuevas. Con ellos es posible llegar, para los 10 millones de habitantes del conurbano, a una sombra de 10 metros cuadrados por habitante. La energía de enfriamiento que puede surgir de este enorme manto de verde, a partir de los 5 Kw/h. diarios llega en los 60 días de calor fuerte de cada verano a 300 Kw/h. por árbol. En 10 años dicho ahorro llega a más de 3 Mw/h. por árbol. Con el total de árboles nuevos posibles en la zona metropolitana evaluados en los 3 millones, en 10 años la prerrefrigeración del aire llega a 9 millones de Mw/h. A un costo medio de energía eléctrica en distribución de 80 dólares/Mw/h. se llega a los 720 millones de dólares en ahorro en generación y en distribución. El costo de los 540.000 árboles nuevos en la CABA más los 2.500.000 en el Gran Buenos Aires, a un valor unitario de 20 dólares por planta puede llegar a 60 millones de dólares.

* Ingeniero, miembro del Instituto de Energía Scalabrini Ortiz y del Copua Consejo de Planeamiento Urbano Ambiental de la CABA.

Diez razones por las que se recomienda coger a los niños en brazos

 10 de mayo de 2012 | 12:00 CET
@armando_bastida
Editor en Bebesymas

Estos días mucha gente me pregunta que qué tal vamos con el nuevo bebé, Guim. Mi respuesta, como la de cualquier padre, supongo, es un “pues ahí vamos”, que acompaño de un “hay noches que si no es en brazos, casi no duerme”. La gente me anima diciéndome que es una etapa (lo sé, tengo dos hijos más) y a veces incluso aconsejándome (como si no tuviera dos hijos más) que no lo acostumbre a los brazos, que luego estaremos hechos polvo.

Pero ya no vivimos en los años 60 ó 70, cuando se decía que el llanto era bueno y que ayudaba a ensanchar los pulmones. Ya no vivimos en esa época, cuando no pasaba nada si un niño lloraba. Ahora vivimos en el siglo XXI y, entre muchas otras cosas, se ha descubierto que abrazar a los bebés, cogerlos y tenerlos con nosotros es beneficioso en muchos aspectos. Para que los conozcáis y valoréis la atención a prestar a los niños, os damos diez razones por las que se recomienda coger a los niños en brazos.

Antes de entrar en materia, comentaros que, pese a que voy a enumerar las razones, el decir que los brazos de un padre o una madre es algo beneficioso es algo que cae ya por su propio peso. Cuando los bebés nacen se recomienda ponerlos en el pecho de la madre, para que no se separen y no pierda el contacto con ella. Cuando crecen un poco se recomienda que les hagamos masajes, porque los niños que son más tocados y acariciados son más felices, enferman menos y engordan más. Cuando lloran, se caen o se hacen daño piden un abrazo, porque les proporciona seguridad y sustento. Cuando somos adultos y sufrimos, necesitamos un hombro sobre el que llorar.

Lo raro, lo extremadamente raro del asunto, es que, después de esto, que lo sabe casi todo el mundo, sigan existiendo teorías que defiendan la separación, que penalice los brazos y que nos recomienden tocar menos a nuestros hijos. Dicho esto, vamos a ver cuáles son las diez razones por las que se recomienda coger a nuestros hijos en brazos

1. Les da seguridad y tranquilidad
Coger a los bebés o a los niños en brazos les calma, les da seguridad y tranquilidad y les permite desarrollar su personalidad en un clima afable y de confianza. Los niños que no son cogidos, los que sufren, los que se sienten solos, tienden a crecer gastando demasiada energía y tiempo en velar por su seguridad. Tratan de evitar peligros estando siempre alerta y buscan soluciones a su soledad llamando la atención de los padres, normalmente, haciéndoles enfadar (si por las buenas no les hacen caso, pues tendrán que conseguir su atención por las malas).
Cuando un niño no tiene que estar pendiente de sentirse protegido o de sentirse seguro, cuando no se siente amenazado, toda su atención y su energía puede ser dedicada a cosas más fructífera como jugar, escuchar, ver y mirar, imitar, aprender, etc.

2. Los brazos aplazan las desventajas de llegar al mundo de manera temprana
Si alguna vez habéis visto algún programa de Redes dedicado a los niños, habréis oído a Eduard Punset explicar que los bebés, ahora, nacen todos prematuros. Aún cuando nacen de nueve meses, lo hacen antes de tiempo, antes de estar preparados para esta vida. La razón de ello es la evolución del cuerpo de la mujer que, al pasar de caminar con cuatro patas a la bipedestación, vio como su cadera se estrechaba. Al estrecharse la cadera los bebés tenían que nacer antes, con la cabeza más pequeña, para poder pasar por el canal del parto.



Por eso los primeros meses son bastante duros para ellos y para los padres. Les molestan muchas cosas, se agobian con facilidad y luego lloran por las noches, les cuesta hacer caca en algunos momentos y lloran por no poder hacerla, pese a ser líquida, se estresan cuando están solos y no son capaces de calmarse, entre otras cosas.
Por todas estas razones, se recomienda que después de llevar durante nueve meses al niño encima (dentro), se siga llevando al niño encima, pero fuera, para que los primeros meses los pase del mejor modo posible notando los mismos olores y oyendo los mismos ruidos que cuando se gestaba (el latir de un corazón, por ejemplo, como el que oía dentro de la barriga).

Por qué los niños se calman cuando los coges en brazos

08 de mayo de 2013 | 10:01 CET
 @armando_bastida
Editor en Bebesymas


Es habitual todavía (aunque tengo la sensación subjetiva de que cada vez sucede menos) que haya padres que consideren que sus bebés les toman el pelo porque lloran para que les cojan y se calman cuando ya están en brazos. Quizás más que tomar el pelo se refieran a ello como que lo han malacostumbrado o que no es un niño tan bueno como quisieran.

Sea cual sea el modo de definir dicho comportamiento, de lo que se habla es de un problema de percepción de los padres, que por alguna razón creen que los bebés normales se quedan tranquilos en sus moisés y cunas y que los que piden brazos tienen algún problema a resolver. En Bebés y más hace tiempo que hablamos de ello y tenemos claro que se trata de una necesidad afectiva y de supervivencia (en brazos de una madre fijo que uno no corre peligro) y un estudio reciente ha tratado de dar una explicación al fenómeno: por qué los niños se calman cuando los coges en brazos.

Datos del estudio
El mencionado estudio se ha llevado a cabo en Japón y se ha realizado tanto con bebés como con ratones. Según los investigadores, cuando las madres cogen a sus bebés se calman de manera automática, siendo una reacción vista tanto en los bebés como en los ratones.

Al parecer, en el momento en que un bebé es cogido en brazos se desencadenan un conjunto de regulaciones a nivel del sistema nervioso central, a nivel motor y cardíaco que les hace estar tranquilos. Para lograr el efecto inverso, puede bastar con separarles de sus madres, alejándoles de unos brazos.

Viendo que el lugar donde mejor están los niños son los brazos de sus padres, los investigadores explican que saber esto puede ayudar a aliviar la frustración de aquellos padres que sienten que están haciendo algo mal por cogerlos y que no acaban de encontrar la solución para que no estén en brazos, pero a la vez no lloren, y puede ayudar también a prevenir el abuso infantil.

En palabras de Kumi Kuroda, uno de los autores del estudio:
Desde los humanos hasta los ratones, los bebés mamíferos se calman y relajan cuando sus madres los cargan. Esta respuesta infantil reduce el esfuerzo que la madre siente al llevar al bebé en brazos, y es beneficiosa tanto para la madre como para el bebé.

El beneficio para ambos se debe a que cuando un bebé está en los brazos de su madre, como ya he mencionado más arriba, las probabilidades de sobrevivir son mayores y el bebé, en general, está más tranquilo, se siente más seguro y tiene menos motivos para activar sus mecanismos de alerta, o lo que es lo mismo, menos razones para llorar. En lo que respecta al beneficio para las madres, lo que cualquier madre y padre quiere es que sus hijos estén bien cuidados y que no lloren ni estén especialmente nerviosos, así que es genial saber que se les puede coger sin problemas porque, de hecho, están mejor así que solos.

Aprovechad y coged mucho a vuestros hijos... o acabarán como yo

31 de enero de 2014 | 08:00 CET
 @armando_bastida
Editor en Bebesymas


Una de las mejores cosas que le suceden a uno cuando es padre es que puede, en cierto modo, revivir la infancia, pero viéndola desde otro prisma. Algo así como rememorar los tiempos en que eras pequeño y no entendías la posición o las decisiones que tomaban tus padres, o ni te las planteabas, para desde el otro lado recordar y entender, e incluso solucionar o mejorar, si se puede, la relación con nuestro hijo con la referencia que tenemos de entonces.

Estoy hablando de mí, de ser el cuarto de seis hijos, de nacer más o menos cuando mi hermano debutó con una enfermedad de riñón importante que le llevó a estar mucho tiempo en los hospitales y cuando mi madre no se pudo hacer cargo de mí y mi padre no tuvo demasiado interés en suplir su ausencia. Por eso, y ahora os hablaré más de ello, os digo: aprovechad y coged mucho a vuestros hijos… o acabarán como yo.

Relativizando infancias
A ver, las cosas en su sitio. No puedo decir que mi infancia fuera mala. Tuve una familia que me quería y se preocupaba por mí, comida, un techo y la atención de mis padres cuando la requería. Sin embargo, a mi modo de ver, no fue lo completa que podría haber sido. Acabo de decir “la atención de mis padres cuando la requería”, y ahí está el quid de la cuestión. Yo no solía requerirla, porque como dice siempre mi madre, no hacía ruido ni para llorar.

Mi niñez
Yo me quejaba poco, incluso cuando necesitaba algo era capaz de no pedirlo por no molestar y, simplemente, resignarme a no obtenerlo. Aprendí y me enseñaron a ser obediente y educado (o lo que entonces se consideraba por ser educado, que podría definirse como sumiso), a que los mayores siempre tienen la razón, a que ellos hablan y los niños callan y todo eso que hace que una persona, en cierto modo, quede anulada a nivel autónomo.

Además, hay personas a las que un grito, una llamada de atención o incluso un cachete les hace rebelarse, pedir respeto o salir adelante con más ahínco, pero yo no era así. A mí todo eso me hacía agachar más y más la cabeza, vivir con el nudo en la garganta, con miedo y arrastrarlo toda la vida.

Pidiéndome perdón
Mi madre me lo ha dicho más de una vez. Pasó tanto tiempo llorando por su hijo enfermo, tanto tiempo pensando en él y luchando por él que a mí me dejó un poco de lado. Por suerte, como dice, yo no me quejaba. Acepté la falta de madre y de padre (porque mi padre nunca nos ha cuidado, sino que simplemente llegaba a casa y descansaba) como lo normal, porque tampoco recibí otra cosa, y ahora que soy padre, analizándome, he llegado a atar algunos cabos.

Solitario e intocable
Ahora que soy padre veo que mis hijos son más extravertidos que yo, veo que encajan mucho mejor cualquier comentario y veo que, incluso cuando mi padre, su abuelo, les reprocha algo, tal y como hacía conmigo (ya le he dicho más de una vez que no lo haga, que disfrute de sus nietos y que me deje a mí lo de educarles), ellos escuchan, hacen o deshacen, pero no agachan la cabeza, es decir, no le cogen miedo, no le temen y le hablan como a uno más.

¿Por qué? Pues igual es innato, no lo descarto, pero me gusta pensar que se sienten bien consigo mismos, que tienen seguridad y que se ven capaces de responder a un comentario si no están de acuerdo, o hacernos saber qué piensan al respecto cuando hay algún problema, y todo ello gracias a que siempre les hemos dado esa posibilidad de expresar, de hablar, de sentirse uno más, independientemente de su edad, tamaño o capacidad verbal.

Volviendo a mí, en comparación a ellos, era y soy mucho más solitario. No soy muy hábil con las relaciones sociales, de hecho, no me siento cómodo en muchas ocasiones, no soy muy de hacer amigos y tampoco se puede decir que sea un gran organizador de eventos. Vamos, que estoy muy cómodo repitiendo patrones de mi infancia, mayormente solo, quizás para seguir pasando desapercibido como entonces (mi familia no cuenta, claro, ellos son parte de mí).

Y además de ser una persona menos sociable que la media, no estoy demasiado acostumbrado al contacto. Miriam siempre me pide que le haga masajes y caricias. Mis hijos siempre me piden que les haga masajes y caricias antes de ir a dormir. Y yo, pues no, nunca pido masajes ni caricias. Un día me lo preguntó: “¿Es que no te gustaría un masaje?”, y oye, cuando me los han dado me han gustado, a quién no, pero crecí con el contacto justo y ahora, aunque me gusta, no lo necesito. O mejor dicho, he aprendido a vivir sin él, y en consecuencia, no lo pido y soy también poco dado, si no me lo piden, a ofrecerlos.

martes, 25 de marzo de 2014

From Bump to Buzz

Porteo

Ha! What an awesome birth photo! Dad has the older one in the sling fast asleep. Photo credit Megan Taylor Photography




Tu bebe te queda bien

publicado a la(s) 02/01/2012 06:21 por Veronica Garea   [ actualizado el 14/01/2012 18:06 ]

A tu bebé le gusta estar en brazos y vos sabés que es lo mejor para él. Pero necesitás tus manos para poder hacer otras cosas. ¿La solución? Un cargador de bebés. Y no sólo la mamá puede cargar al bebé: papá, abuelos, cuidadores, todos pueden usar los cargadores. Son útiles hasta en lugares de cuidado como guarderías para aquellos bebés que no aceptan quedarse en hamaca o sillita. Permiten que esos bebés estén en contacto con un adulto y ese adulto pueda atender a otros bebés al mismo tiempo.

Elegir un cargador de bebés no es complicado, pero hay algunas cosas a tener en cuenta:

1.    la espalda del bebé no está diseñada para estar derecha y rígida todo el tiempo
2.    el bebé tiene que adoptar una posición natural, con la columna levemente curvada y con las piernas flexionadas.
3.    la distribución del peso sobre el cuerpo del adulto debe ser lo más uniforme posible

Con esto en mente, podemos descartar rápidamente las mochilitas de marcas conocidas, como las de una marca todoterreno que hace desde mamaderas hasta asientos para el auto, pasando por juguetes y por qué no, cargadores. Cualquier mochilita comercial de carga frontal que tiene la espalda dura y coloca las piernas y caderas en una posición antinatural no es recomendable.

25 de Marzo Día del Niño por Nacer


Es una iniciativa instituida por el ex Presidente de Argentina, Carlos Saúl Menem. El ex mandatario estableció en el decreto número 1406/98 del 7 de diciembre de 1998, el 25 de marzo como Día del Niño por Nacer. La fecha fue escogida por ser el día en que los católicos -que constituyen más del 90 por ciento de la población- celebran la Fiesta de la Anunciación, cuando Jesucristo fue concebido en el seno de María.

La primera celebración oficial del Día del Niño por Nacer en Argentina, se produjo el 25 de marzo de 1999. El acto central se realizó en el Teatro Coliseo de Buenos Aires y congregó a representantes de la Iglesia Católica en el país e invitados especiales como el Cardenal Bernard Law, Arzobispo de Boston, Estados Unidos; Mons. Francisco Gil Hellín, Secretario del Pontificio Consejo para la Familia del Vaticano; y Mons. Renato Martino, Observador Permanente de la Santa Sede ante las Naciones Unidas. También estuvieron presentes representantes de las iglesias ortodoxas y cristianas, así como líderes judíos y musulmanes.

Poco antes de la fiesta, el entonces Presidente Menem escribió una carta a todos los presidentes de los países de América Latina, así como a los de España, Portugal y Filipinas, pidiéndoles seguir la iniciativa de declarar el 25 de marzo como Día del Niño por Nacer.

El Papa Juan Pablo II, por su parte, envió una carta al Presidente Menem en la que hizo votos "para que la celebración del 'Día del niño por nacer' favorezca una opción positiva en favor de la vida y del desarrollo de una cultura orientada en este sentido, que asegure la promoción de la dignidad humana en todas las situaciones".

Día del Niño por Nacer


BUENOS AIRES, 24 Mar. 14 / 06:44 am (ACI/EWTN Noticias).- Desde este martes 25 de marzo,  día que en muchos países del mundo se celebra el Día del Niño por Nacer, y que la Iglesia también celebra la Solemnidad de la Anunciación del Señor, se llevará a cabo en múltiples ciudades de Argentina, varias celebraciones y actividades destinadas a tomar conciencia de la defensa de la vida desde la concepción hasta la muerte natural.

Entre las actividades habrá Celebraciones Eucarísticas, marchas, ecografías en vivo para mamás embarazadas, así como gestos solidarios y conferencias.

En Buenos Aires

En la Catedral se llevará a cabo la Misa y el rezo del Santo Rosario por la Vida, el 25 de marzo a las 6 p.m.  por el Arzobispo de Buenos Aires y Primado de Argentina, Cardenal Mario Aurelio Poli.

En este evento se regalarán rosarios de porcelana de colores con forma de piecitos elaborados en la provincia de San Juan por un grupo de misioneras, entre las que hay personas enfermas y con discapacidad.

lunes, 24 de marzo de 2014

20 Acciones que podrían cambiar tu parto y el de muchas mujeres



1.      Infórmate de tus opciones con tiempo.
2.     Exige que se te trate como a la persona adulta que eres.
3.      Exige que se informe a tu pareja de la misma manera.
4.     No aceptes que se te infantilice.
5.      No aceptes un entorno o personas que no quieras durante tu parto.
6.     No aceptes lo que conviene a terceros antes que a ti y a tu bebé.
7.      Que nadie se lleve a tu bebé sin tu previo consentimiento
8.     No aceptes que se te diga que no sabes o no puedes.
9.     No dejes que nadie toque o explore tu cuerpo sin explicar procedimientos ni pedir permiso.
10.   Pide que quien te atiende se informe sobre tu plan de parto o intenciones.
11.    Si no te sientes escuchada o respetada, pon una queda e intenta cambiar de profesional.
12.   No aceptes explicaciones del tipo “porque si” “si fuera yo me lo haría” y mucho menos comentarios del tipo “si no pujas te voy a tener que cortar” ó “si no quieres X voy a tener que hacer X”.
13.   Conoce tu cuerpo, investiga, tócate, mírate.
14.   No tengas miedo de tu cuerdo o tu bebé, eres la que mejor los conoce a ambos.
15.   No aceptes que otros decidan u opinen sobre lo que debes hacer.
16.   No aceptes ninguna presión social sobre tus decisiones.
17.    Celebra tu cuerpo si te encuentras bien, funciona a las mil maravillas y es hermoso.
18.   Medita sobre tu parte en el mundo y lo que te gustaría dejarle a tu bebé/s.
19.   Da de mamar, nos hace totalmente libres e independientes de lo establecido, representa una liberación y reivindicación de nuestros pechos como nuestros y además es la leche perfecta para nuestros bebés.
20.  Si has tenido un parto eufórico, feliz e increíble cuéntalo satisfecha, es como todos deberían ser y necesitamos saberlo.

— con Claudia Grinberg en Hospital Ángeles de Villahermosa.

viernes, 21 de marzo de 2014

Nacieron los primeros gemelos desde la ley de fertilización bonaerense

lanacion.com |Sociedad |Salud
Viernes 21 de marzo de 2014 | 18:56



Natalia y su médico, felices tras el nacimiento.
Foto: Prensa Ministerio de Salud bonaerense
Hacía 14 años que la pareja buscaba un bebe; nacieron por tratamiento in vitro; con ellos ya son 95 los pequeños que nacieron con esta legislación que cubre estos costosos tratamientos
  
 Iñaki y Cloe son los primeros gemelos nacidos a partir de la ley de fertilización asistida de la provincia de Buenos Aires. Llegaron al mundo el miércoles pasado en el hospital Materno Infantil Victorio Tetamanti, en Mar del Plata. Hacía 14 años que sus padres buscaban tener un hijo. Y vinieron dos. Como nacieron prematuros todavía están internados en el servicio de neonatología.

"Con los gemelos ya son 95 los bebés nacidos por la implementación de la ley de fertilización de la provincia de Buenos Aires, la primera del país; y hay 200 embarazos", detalló el ministro de Salud provincial, Alejandro Collia.

En un nuevo caso de trabajo conjunto entre los hospitales provinciales Alende y Tetamanti de Mar del Plata, Natalia Talmich, marplatense de 39 años, se sometió a una fertilización in vitro el 13 de agosto de 2013, porque padecía una obstrucción en las trompas de Falopio, además de varios problemas de tiroides y de resistencia a la insulina, que fueron tratados durante los dos años previos a la implantación de los embriones.

La mujer no se había sometido a ningún tratamiento, pero sí había realizado decenas de consultas sin obtener un diagnóstico certero.: "Me decían que era estrés", recuerda Natalia. Finalmente, luego de una consulta con el especialista Alfredo Helena, jefe de Obstetricia del Tetamanti, se le detectó la obstrucción.

Dentición decidua

La primera dentición de leche comienza a perderse 
a los 5 o 6 años de edad siendo sustituida por los
 dientes definitivos o segunda dentición.
La dentición decidua, conocida también como dentición de leche, dentición infantil o dentición primaria, es el primer juego de dientes que aparecen durante la ontogenia de humanos y como en las de otros mamíferos. Se desarrollan durante el periodo embrionario y se hacen visibles (erupción dentaria) en la boca durante la infancia. Son generalmente sustituidos, tras su caída, por dientes permanentes, aunque, en ausencia de ésta, pueden conservarse y mantener su función algunos años. En todos los mamíferos, salvo algunas excepciones, se recambian solo incisivos, caninos y premolares, apareciendo los molares ya como parte de la serie dentaria definitiva; este tipo de reemplazo se denomina hemifiodoncia.1

Cronología de la dentición infantil

Dentición decidua completa.
La aparición de los primeros dientes suele ser a los 6 meses y se prolonga aproximadamente hasta los 30 meses, aunque hay bebés que tienen el primer diente a los tres meses o retrasan la salida hasta cumplir el año.
La cronología aproximada de aparición es la siguiente:

6 a 7 meses: incisivos centrales inferiores.
7 meses: incisivos centrales superiores.
8 meses: incisivos laterales superiores.
7 a 8 meses: incisivos laterales inferiores.
16 a 20 meses: caninos inferiores y superiores.
12 a 16 meses: primeros molares inferiores y superiores (mal llamados "molares" debido a que evolutivamente corresponden al premolar 3, ya que durante la evolución hacia la dentición humana se han perdido el 1er y 2do premolar)
21 a 30 meses: segundos molares inferiores y superiores (también mal llamados "molares" debido a que evolutivamente corresponden al premolar 4)

Pequeños cambios que nadie te cuenta antes de tener niños

Es tan cierto, vale la pena leerlo y disfrutarlo!!!

EL PAÍS
Blogs de Sociedad

De la comedia más almibarada al thriller más terrorífico, todo es posible en un día con hijos. En este espacio, padres y madres que a la vez son periodistas, y los lectores, con sus comentarios, comparten información y experiencias para sobrevivir a estos años apasionantes pero agotadores.

 Por: Cecilia Jan 
| 28 de febrero de2013


La mano que mece la cuna y se come los Aspitos. Con las uñas cortas, eso sí...


Antes de tener niños, tienes claro que cambiará tu vida. Lo de no dormir, viajar menos, o reducir el cine, cenas o conciertos te lo esperas. Pero hay algunos aspectos que nadie te cuenta y ni te imaginas, pequeños detalles que, cuando te paras a pensar, han colonizado tu día a día. Me dí cuenta de uno de ellos en una conversación con mi compañero de trabajo y padre relativamente reciente Fernando Navarro, autor del blog La ruta norteamericana, al que emplazo desde aquí a que nos escriba un post con recomendaciones musicales roqueras para niños.

Dentición



Disposición de los dientes en un maxilar humano.
Se observan dos de los tres 
molares de cada lado.


Se llama dentición, en general, al desarrollo de los dientes y a su disposición en la boca; y en particular, a la disposición de los dientes, los tipos de ellos y las cantidades de cada tipo y la total que son característicos de una especie determinada a una edad determinada.1 O, lo que es lo mismo, la cantidad, el tipo o los tipos y la morfofisiología de los dientes de un animal.2

Los mamíferos son la única clase de vertebrados en la que está generalizado el hecho de que un animal pueda tener dientes de distinta forma y de distinto tamaño: incisivos, caninos, premolares y molares. Este rasgo se conoce como heterodoncia, y al animal que lo presenta se lo califica como heterodonto.
En oposición, se llama homodoncia al rasgo consistente en tener sólo dientes de la misma forma y del mismo tamaño, y homodonto al animal que lo presenta.

jueves, 20 de marzo de 2014

Como colocar al bebé para amamantar!!!

“Malcriadores Profesionales”

 Lo compartí de una amiga que me lo mandó por correo.
Los abuelos son los abuelos y......... punto



Los abuelos no sólo cuidan; son el tronco de la familia extendida, aportan algo que los padres no siempre vislumbran: pertenencia e identidad.
Enrique Orschanski (Médico)

Orchanski es un pediatra cordobés muy reconocido, y éste es un artículo que publicó en uno de los diarios de Córdoba el 19 de enero de 2013.



Los abuelos no sólo cuidan; son el tronco de la familia extendida, aportan algo que los padres no siempre vislumbran: pertenencia e identidad.

En los últimos 50 años, nuestro estilo de vida familiar cambió drásticamente como consecuencia de un nuevo sistema de producción. La inclusión de la mujer en el circuito laboral llevó a que ambos padres se ausenten del hogar por largos períodos creando como consecuencia el llamado "síndrome de la casa vacía".

El nuevo paradigma implicó que muchos niños quedaran a cargo de personas ajenas al hogar o en instituciones. Esta tercerización de la crianza se extendió y naturalizó en muchos hogares.

Algunos afortunados todavía pueden contar con sus abuelos para cubrir muchas tareas: la protección, los traslados, la alimentación, el descanso y hasta las consultas médicas.

Estos privilegiados chicos tienen padres de padres, y lo celebran eligiendo todos los apelativos posibles: abu, abuela/o nona/o bobe, zeide, tata, yaya/o opi, oma, baba, abue, lala, babi, o por su nombre, cuando la coquetería lo exige.

Los abuelos no sólo cuidan, son el tronco de la familia extendida, la que aporta algo que los padres no siempre vislumbran: pertenencia e identidad, factores indispensables en los nuevos brotes.
La mayoría de los abuelos siente adoración por sus nietos. Es fácil ver que las fotos de los hijos van siendo reemplazadas por las de estos.

Con esta señal, los padres descubren dos verdades: que no están solos en la tarea, y que han entrado en su madurez.

El abuelazgo constituye una forma contundente de comprender el paso del tiempo, de aceptar la edad y la esperable vejez.

Lejos de apenarse, sienten al mismo tiempo otra certeza que supera a las anteriores: los nietos significan que es posible la inmortalidad.

Porque al ampliar la familia, ellos prolongan los rasgos, los gestos: extienden la vida. La batalla contra la finitud no está perdida, se ilusionan.

Los abuelos miran diferente. Como suelen no ver bien, usan los ojos para otras cosas. Para opinar, por ejemplo. O para recordar. Como siempre están pensando en algo, se les humedece la mirada; a veces tienen miedo de no poder decir todo lo que quieren.

La mayoría tiene las manos suaves y las mueven con cuidado. Aprendieron que un abrazo enseña más que toda una biblioteca.

Los abuelos tienen el tiempo que se les perdió a los padres; de alguna manera pudieron recuperarlo. Leen libros sin apuro o cuentan historias de cuando ellos eran chicos. Con cada palabra, las raíces se hacen más profundas; la identidad, más probable.

Los abuelos construyen infancias, en silencio y cada día. Son incomparables cómplices de secretos. Malcrían profesionalmente porque no tienen que dar cuenta a nadie de sus actos. Consideran, con autoridad, que la memoria es la capacidad de olvidar algunas cosas.

Por eso no recuerdan que las mismas gracias de sus nietos las hicieron sus hijos. Pero entonces, no las veían, de tan preocupados que estaban por educarlos. Algunos todavía saben jugar a cosas que no se enchufan.

Son personas expertas en disolver angustias cuando, por una discusión de los padres, el niño siente que el mundo se derrumba. La comida que ellos sirven es la más rica; incluso la comprada.
Los abuelos huelen siempre a abuelo. No es por el perfume que usan, ellos son así. ¿O no recordamos su aroma para siempre?

Los chicos que tienen abuelos están mucho más cerca de la felicidad.

Los que los tienen lejos, deberían procurarse uno (siempre hay buena gente disponible).


Finalmente y para que sepan los descreídos.... Los abuelos nunca mueren, solo se hacen invisibles.

¡Qué manía con domesticar a los bebés!

Publicado por Gema Lendoiro el mar 20, 2014

 Parece que la semana pasada se alienaron los astros en contra de los niños. Sí, les cuento. En pocos días salió publicado que las enfermeras catalanas aseguraban que, debido a la crisis, las madres lactantes tenían que dejar de serlo porque su leche “no alimentaba” y que la conocida marca del pajarito debía donarles leche artificial. Afortunadamente rectificaron dejando claro que por muy desnutrida que la madre esté, su leche es buena. Otra cosa es que la madre no desee o no pueda dar el pecho por otro motivo. Eso es otro cantar y ahí yo no me meto.

Esa misma semana en los informativos de Antena 3 sale Diego García Borreguero (presidente de la Sociedad Española del sueño) asegurando que: “un bebé de un mes y medio debería saber dormir” Obviamente dormir sabe, lo hacen desde el útero, de hecho. Otra cosa es lo que algunos padres persiguen: que el bebé duerma toda la noche. Ahí ya entran las circunstancias personales de cada padre. Yo comprendo que hay gente que no se puede permitir el lujo de no dormir porque tiene trabajos muy peligrosos (un conductor de autobús, de un tren, de una grúa, un cirujano…) Todo eso lo comprendo. Pero lo que no comprendo es que para solucionar un problema, se tenga que perjudicar a otro, sobre todo si es la parte más débil. ¿Es tan difícil entender que si un bebé llora es porque algo le pasa y porque como mejor se le pasa es en el arrullo del pecho materno y no recibiendo instrucciones claras tipo: Mamá te quiere mucho y está en la habitación de al lado. (Tal y como sugiere el “amigo” Estivill) ¿Cómo es posible que existan padres que se crean que de verdad “los bebes son muy listos y enseguida te cogen la aguja de marear”?

Como no hay dos sin tres, también aseguró un médico de la clínica Ruber, de cuyo nombre prefiero no acordarme, que si dormías con tu hijo lo podías aplastar. O mi favorita: “se recomienda que el bebé sea llevado a su propia habitación a los seis meses para evitar que se produzca excesivo apego con la madre”. La persona que piensa así debe de haber tenido una experiencia horrible casándose con el típico hombre que quiere más a su mamá (a los 40 años) que a ella. De lo contrario, no me lo explico. El apego es necesario para poder ser independiente el día de mañana. El apego forma parte de su crecimiento y de su instinto de supervivencia. Un bebé sin el cuidado de su madre, moriría. Donde digo madre puede poner usted cualquier adulto, entiéndame.
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