viernes, 26 de octubre de 2012

El parto: ¿sola o acompañada?

Llevar adelante un embarazo en soledad demuestra un gran amor por la vida. La soledad duele. Son nueve meses de incertidumbre frente al futuro. Pero aún lejos de este doloroso extremo, y dentro de la pareja estable, la mujer – también puede sentirse sola e incomprendida.
El hecho de llevar adentro una nueva vida conmociona e impregna cada momento del día. La mujer se sorprende por todo lo que siente: temor, alegría, ansiedad. Por momentos cae en una especie de ensoñación. Parece flotar en el aire y susurrarle a su hijo: “…voy a andar con tu medida en mi vientre, hasta reconocerme en tu ombligo”. Quizás trate de conectarse consigo misma y así poder llegar a su bebé. Todo esto pertenece al mundo de la mujer y a esta nueva e íntima relación con su hijo.
 Puede sentirse muy sola si su pareja no la acompaña paso a paso en este novedoso camino. A la embarazada le gusta que le pregunte cómo le fue en su visita al obstetra, que note su cara de cansada, que intuya sus temores. A veces es el hombre el que tiene dificultades para conectarse con el embarazo de su mujer: le surgen miedos que no se atreve a verbalizar, teme hipotéticos riesgos. Por otro lado intuye que será desplazado por ese hijo suyo, que requerirá muchísima dedicación de su pareja. Así puede que la mamá y el bebé se encuentren solos, aún en presencia del padre.
 Es natural, sobre todo en el primer embarazo, que todo gire en torno a la mujer, sus idas al obstetra, las ecografías, los monitoreos ¡Qué importante integrar al hombre a estos acontecimientos! Resultan muy útiles los encuentros de matrimonios en la preparación psicoprofiláctica para el parto, donde se revaloriza la figura del padre- que cuida, protege y contiene a la mujer-madre. Cuando ambos reconocen lo muy necesitados que están de afecto y de diálogo, logran llegar mejor al parto. Y tras el parto, pueden pegar el salto al abismo y ser tres, llegar a casa, cambiar pañales, atender a las visitas, ayudarse y contenerse
 Si la soledad duele, la compañía cura, alivia, encamina y sostiene. La muestra más inequívoca la encontré hace ya muchos años, a través de un estudio realizado por los doctores Marshall Klaus y John Kennell en una populosa maternidad de Guatemala. Estos médicos sostenían que, en las culturas no industrializadas, la mujer era acompañada permanentemente durante todo el trabajo de parto por alguien cercano afectivamente. Sorprendidos por los resultados de estos partos y del posterior apego con el bebé, decidieron realizar un estudio con serios parámetros científicos. 
 Se resolvió formar dos grupos de parturientas, a uno de ellos se le agregaría, además de la habitual asistencia médica, la permanente compañía de “alguien” que se hiciera cargo de ella, teniéndole la mano, estimulándola, acariciándola, masajeándole las partes del cuerpo que estuvieren doloridas o contracturadas y ofreciéndoles en todo momento su apoyo incondicional. 
 El resultado fue sorprendente: el trabajo de parto de las mujeres acompañadas duró la mitad que el de las que estuvieron solas. La necesidad de intervenciones (cesáreas, forceps) disminuyó en un treinta por ciento. Además se redujeron las atenciones especiales a los recién nacidos. 
Los resultados de este estudio confirmaban científicamente lo que yo intuía y observaba en mi práctica diaria con embarazadas. Si la soledad duele, el amor todo lo cura. 
 Maruca Viel Temperley, Instructora en psicoprofilaxis del parto

jueves, 25 de octubre de 2012

Alimentación de los elefantes

Todos los elefantes son herbívoros, lo que significa que consumen sólo vida vegetal, la consumirán dondequiera que vayan. Parte de la razón por la que han sido capaces de sobrevivir y evolucionar durante millones de años se debe a su inteligencia, lo que les falta en las habilidades básicas de supervivencia lo compensan con la creatividad, de hecho, puede ser fascinante ver elefantes alimentándose en su entorno natural. 


Debido a su gran tamaño, pueden conseguir alimentos hasta de las zonas altas de los árboles. Incluso pueden usar la trompa para llegar a las frutas que crecen donde otros tipos de animales simplemente no puede llegar. Son muy inteligentes cuando se trata de conseguir comida, ellos no andan por ahí dejando comida para otros animales que pasen luego. 
Por ejemplo, si el alimento que ellos quieren está demasiado alto, envuelven la trompa alrededor del tronco y lo agitan rápidamente, este proceso generalmente les brinda un montón de alimento cayendo de los árboles para ellos y sus crías. Si eso no funciona el elefante solo puede tomar todo el árbol o la planta y echarlo a tierra y luego consumirlo. Uno de los mayores problemas que enfrentan en la naturaleza es la falta de alimento disponible. Sus hábitats continúan siendo cada vez más y más pequeños y tienen menos opciones para la alimentación además de la competencia en algunas áreas con otros elefantes por las mismas fuentes de alimento. 
 Los elefantes pueden pasar hasta 16 horas al día en busca de comida. Ellos no parecen tener prisa por encontrarla, y se toman su tiempo de pastoreo. Una de las razones por las que tiene que consumir tanta comida diaria se debe a sus inmensos cuerpos. Ellos sólo procesan alrededor de 40% de lo que comen. 
 El proceso de la digestión para el elefante es muy diferente que la de otros animales. Realmente no se entiende por qué sus cuerpos no digieren más de lo que consumen. Tienen que consumir mucha agua, esto se hace a través de la trompa. Pueden consumir hasta 15 litros de agua de una vez aunque en ciertas partes del año es difícil para ellos encontrar esa cantidad de agua. 
 Ellos usan sus colmillos para cavar en el suelo a fin de encontrar los suministros de agua que necesitan, esta agua es utilizada también por otros animales en estado salvaje. Mucha gente siente que los hábitos alimentarios de los elefantes destruyen el medio ambiente a gran escala. Sin embargo, tienden a moverse con la suficiente frecuencia para no agotar en una determinada área toda la vegetación allí existente. Este movimiento, de hecho, permite que más de la misma crezca. 
 Las madres dan leche a sus hijos durante unos 4 años, aunque si queda embarazada en ese periodo de tiempo ella los destetara más temprano. Para que las madres puedan conseguir alimento suficiente para crear la leche, ellas amamantan a sus crías durante parte del día y luego otras hembras del rebaño vigilan las crías. Aunque los bebés pueden comenzar a consumir plantas cuando tienen alrededor de un año de edad, necesitan el valor nutritivo de la leche para crecer y prosperar. 
 Por desgracia, a medida que los elefantes se hacen más viejos los dientes empiezan a desgastarse, debido al tipo de dieta que consumen, es por esto que muchos de ellos terminan muriendo de inanición al llegar a viejos. Es un proceso lento y que parece llevar un peaje en todo el rebaño, debido a los fuertes lazos que se forman en sus manadas.



lunes, 22 de octubre de 2012

Madre de muchos!!!!

Primerizas a los 40

Sábado 20 de octubre de 2012 | Publicado en edición impresa 
Día de la Madre 
Con una vida armada, la maternidad llegó en años de establilidad, experiencia y madurez personal; desafiaron al reloj biológico y mañana festejan en familia 
Por Soledad Vallejos |LA NACION 
Alejandra Peñalva (43), disfruta de las tardes de juego
 con su primer hijo, Bruno, de seis meses. 
Foto: LA NACION / Ignacio Coló 

Pero la maternidad llegó en años de estabilidad y madurez. Están en su mejor momento, seguras, decididas y preparadas. Así lo sienten ellas, que casi pisando los 40, o apenas habiéndolos dejado atrás, mañana festejan su primer Día de la Madre. "A los 20 ni se me cruzaba por la cabeza. A los treinta y pico apareció el deseo, pero con mi pareja estábamos trabajando mucho, creciendo profesionalmente y con planes de construir una casa más grande -cuenta Alejandra Peñalva, 43 años, locutora, periodista y flamante mamá de Bruno, de apenas seis meses-. Siento que somos padres maduros, bien plantados en la vida y sin cosas pendientes que no hayamos podido concretar. Bruno fue un hijo muy deseado, tardé cinco años en quedar embarazada y tuvimos que hacer un tratamiento de fecundación in vitro, pero llegó en el mejor momento". Los 40 ya no son una barrera. Retrasar la edad del primer embarazo es una tendencia que crece, y cada vez más argentinas -sobre todo porteñas-, rompen con los límites de la naturaleza y las costumbres. 
Los datos del Ministerio de Salud de la Nación indican que el 54% de los bebes que nacen en la Capital son hijos de mujeres que tienen más de 30 años, y el 25% de los nacimientos se produce entre los 35 y los 40. Además, una de cada tres madres es profesional, y el 45% tiene estudios universitarios.
 Beneficios y desventajas. 
Tanto las protagonistas de estas historias como los especialistas en maternidad y los expertos en técnicas de fertilización in vitro lo reconocen. "Desde un punto de vista médico, la edad materna al momento del embarazo es el principal factor del pronóstico del nacimiento de un niño sano", dice la doctora Stella Lancuba, directora de Cimer, un centro especializado en medicina reproductiva. 
Romina Niess (37), azafata, espera a Milo.
Foto: LA NACION / Gustavo Bosco

 Socialmente, los 40 de hoy son los 30 de hace tres décadas. Pero el reloj biológico sigue igual, y marca que a los 25 una mujer tiene el 50% de chances de lograr un embarazo. A los 40 años, Lancuba señala que la tasa de infertilidad es del 64%, "lo que implica que seis de cada diez mujeres que buscan quedar embarazadas no lo logran". Por eso, las consultas en los centros de medicina reproductiva se duplicaron en estos dos últimos años, y cada vez hay más mujeres que inician tratamientos para lograr un embarazo. Analía Mitar, terapueta de crianza y familia y directora de Family Hold, coincide en que hoy las primerizas son más grandes, y observa las dos caras de la moneda que enfrenta este fenómeno: "Por un lado, tienen mayor seguridad personal, son estables económicamente y suelen ser mujeres muy independientes". 
 Pero no esconde la otra cara de la moneda, y Mitar observa: "Cuando se enfrentan con un embarazo, más allá de los temores normales de cualquier mujer, suelen sentirse más vulnerables. Haber dejado de lado la maternidad durante ese tiempo les dio una mayor independencia, pero, a la vez, cuanto más independientes son, la angustia posparto suele afectarlas más". 
Romina Niess es azafata, tiene 37 años y está embarazada de su primer hijo. Está feliz, desborda de alegría por la llegada de Milo, que nacerá en apenas dos meses. "Estudié dos carreras, viajé muchísimo por mi trabajo y no me quedé con ganas de nada", cuenta a LA NACION. A los 35 confiesa que "ya tenía ganas de bajar un cambio", y decidió poner los pies en la tierra. "Quería estar en pareja y formar una familia, pero ahí te das cuenta de que el reloj empieza a correr y las cosas no salen como las esperabas -reconoce-. Estás más exigente, no te conformás fácilmente y exigís más, y eso también juega en contra. La ansiedad te mata, pensás que tal vez tu destino no es ser madre, te agarra culpa y es angustiante, algo que no sucede cuando tenés veintipico. Pero, en este momento, siento que estoy lista para entregarme a la maternidad. Al parto no le tengo miedo, tal vez me preocupa más el después, no poder dormir, estar agotada... Pero no estoy sola en esto y el papá de Milo me acompaña en todo", confiesa. 
 En líneas generales, la mayoría de las mujeres hablan de sus compañeros como un par, el gran sostén. "Eso es algo de esta época y positivo. Antes la mujer se apoyaba más en otras mujeres, su red era femenina. Hoy se valora la soledad de la pareja como un ideal, pero a veces el matrimonio se siente sofocado, sin espacio para su intimidad, desconectado, y también surgen problemas. Detectar cuando se necesita ayuda es tan importante como animarse a pedirla", dice Mitar.
De la mano con el retraso de la maternidad y el continuo avance de la ciencia, el fenómeno de la mujer que enfrenta un embarazo sola también crece. Sin parejas, ya sea por elección o por otras situaciones de la vida como separación o viudez, conservan tenaces el deseo de ser madre y formar una familia. "Es ahí donde las preguntas y algunos cuestionamientos toman más fuerza -interviene Marisa Russomando, directora de La Cigüeña, un centro especializado en maternidad, crianza y familia-. «¿Podré cuidar de mí y de mi bebe sola?» Muchas mujeres llegan con esta preocupación, pero es importante tener presente que estar sin pareja no implica estar sola frente a la crianza de un hijo. Se trata de armar una red de contención que acompañe a la madre soltera a vivir este proceso de la manera más saludable y alegre posible.
" CUANDO LA PAREJA NO ESTÁ 
Sin pareja, Susana Scattini (45) tuvo
 a su hija Vera por ovodonación.
Foto: LA NACION / Soledad Aznarez 


 Vera Scattini tiene tres meses y lleva el apellido de su mamá. María Susana la tuvo a sus 45 años, por ovodonación, y cuenta que en la crianza de su hija, a pesar de no estar en pareja, no está sola. "Todas mis amigas están presentes y me ayudan. Es como si Vera tuviera muchas tías y abuelas. Están felices y se pelean por cuidarla. Mi vida fue muy vertiginosa, demasiado trabajo y proyectos personales -cuenta Susana a LA NACION-. No me imaginaba ser madre antes de los 40, y creo que el deseo de tener un hijo y formar una familia no está ligado sí o sí a una pareja. El de un hijo es un amor que trasciende y es para toda la vida.
" Para Lancuba, las "primerizas con más de 25 años suelen ser mujeres muy involucradas, con una capacidad enorme de disfrute. Las veo, por mi experiencia, como mamás serenas, seguras de sí mismas y de la capacidad de entrega hacia sus hijos. No hay que olvidar que estos niños son muy deseados y muy buscados, y que la mujer pone todo su empeño en lograr un embarazo". 
 Pero la experta también revela algunos síntomas clásicos de las madres añosas. "A los 20, uno no se hace tantos planteos como a los 40. Cuanto más grande, más temerosas y, generalmente, ellas piensan que todo puede sucederles. Se cuestionan las posibles enfermedades, los riesgos genéticos y las complicaciones durante el embarazo que, de hecho, son más factibles que ocurran cuanto mayor es la mujer. Muchas veces, y ante las dificultades para concebir, se culpan por no haber tenido un hijo antes." 
 "Con la inserción en el mundo laboral, la mujer posterga la maternidad y es la causa de que las mujeres sintamos una enorme presión, y a veces angustia, por intentar cumplir todos los roles", agrega Russomando. 
 "Algunas pueden disfrutar de su maternidad y atravesar las buenas y malas situaciones, pero otras no. Sienten que criar un bebe es más difícil que tener una empresa con 200 empleados a cargo. Muchas mujeres se desbordan, lloran, se angustian y si sienten culpables por sentirse de esa manera. Y de eso, a veces, no se habla. La maternidad se construye, y está bien tropezar, tener temores e inseguridades", concluye Mitar. 
 Con una vida armada, consolidadas profesionalmente, solas o en pareja. Al borde de los 40, buenos años, dicen ellas, para entregarse a la maternidad. Felices, con sus dudas y sus aciertos, mañana celebran su día.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Parto natural versus cesárea: cómo volver a lo simple

Noticias | Ciudad y Región  
En el Roque Sáenz Peña cinco primerizas ya parieron utilizando un banquito que permite pujar en cuclillas. En lo privado, un médico logró bajar el número de cesáreas gracias a las doulas. Qué dice la ley que promueve el respeto de las mujeres al momento de parir

Argentina tiene una ley de "parto respetado".
 (Pequelia.es) 

 Virginia Giacosa / Lisandro Machaín 
 


Volver a lo simple, redescubirlo. Esa es la bella tarea que persiguen quienes trabajan en la ciudad por un parto natural y ante todo respetado. "Hay que entender que no se trata de una enfermedad. Con los años el parto pasó de ser un acontecimiento natural a un acto médico y quirúrgico", advierte Gustavo Baccifava, director de obstetricia del hospital Roque Sáenz Peña, que desde hace varios años se encamina hacia una serie de modificaciones en el sistema de salud que apuntan al respeto de los tiempos biológicos y psicológicos de las mujeres al momento de parir. En lo que va de 2012 cinco mujeres dieron a luz a sus hijos en un banquito de madera que permite el parto vertical y quieren tener a futuro un espacio que permita integrar en una misma sala: trabajo de parto, parto y reposo de la mamá sin necesidad de traslados a quirófano. 
 A veces sólo las mujeres son concientes, aunque más no sea una vez que ya parieron, de las situaciones de violencia obstétrica que padecen desde que ingresan a un centro de salud. “Calláte mamita”, “Bien que te gustó cuando te lo hicieron”, "¿Qué? ¿Nunca te metieron un dedo?", "Vamos, no seas llorona" y "Aguantatelá" son algunas de las frases que resuenan en el interior de hospitales públicos y clínicas privadas. Situaciones que de tan naturalizadas hasta forman parte, a modo de ironía, de campañas que defienden la posición de elegir de las mujeres e invitan a tomar conciencia sobre la violencia obstétrica. 
 Desde 2004, en la Argentina existe la ley 25.929 de parto respetado. La norma ordena una serie de premisas que la salud pública y privada deben tener en cuenta a la hora del nacimiento. Entre ellas figuran: evitar prácticas invasivas, suministro de medicación innecesaria e informar sobre las diferentes intervenciones médicas y, ante todo, la posibilidad de que la parturienta pueda elegir. Pero no siempre se cumplen. 
 "A veces la misma familia cuestiona algunas pautas porque están acostumbrados a otra cosa. Preguntan: ¿No le va a colocar un suero? ¿No le va a romper la bolsa? Son recursos humanos y tecnológicos que siempre están a mano pero que no corresponde utilizarlos por rutina", aclara Baccifava. 
 Pero cómo no sentirse "enferma" si cuando una mujer llega a la institución se le coloca una bata, un suero que rara vez le permite una buena movilidad, se le hacen llenar planillas y, en definitiva, se la interna. "No hay que perder de vista que para parir somos mamíferos, no hay que usar la intelectualidad. Por eso no hay que estimular a la mujer en ese momento, no hay que hablarle ni preguntarle demasiadas cosas. Tiene que irse a otro mundo", explicó el obstetra. 
Y sobre todo, para el profesional, tiene que estar acompañada de la persona que ella elija. Porque además de lo que establece la ley de parto respetado (25.929), una normativa provincial (12.443) establece el derecho de ser acompañada en ese momento que no es uno más en la vida. En la actualidad, los partos respetados son un porcentaje pequeño y casi siempre se dan fuera de la institución médica. Porque ahí, el parto se reduce a un acto quirúrgico que pareciera que ante todo hay que apurar. 
Pese a que la Organización Mundial de la Salud recomienda que el número de cesáreas no debe superar el 15% en la realidad ese número es muy superior. Entre lo público y lo privado la cantidad de cesáreas va del 30 al 70% y se estima que el 41% se realizan por conveniencia del médico. En la maternidad Martin ese número logró bajarse al 23% y en el Roque Sáenz Peña a 21% en 2012. 
En Rosario, existen pocas pero valiosas experiencias que van hacia un parto respetuoso. En el hospital Roque Sáenz Peña, desde hace un año y medio existe un banquito que permite el parto vertical. Es el único en la ciudad y hasta ahora parieron cinco madres primerizas. 
 "No es nada tecnológico. Es de madera, está hecho por un artesano y se utiliza para hacer el trabajo de parto y pujar sentada o en cuclillas", expresó el médico. Y añadió: "Algunos piensan que se trata de un retroceso, pero está comprobado, no sólo por la ley de gravedad, que parir en esa posición es mucho mejor que de manera horizontal y en una camilla". 
 Hacia el futuro, el hospital piensa en habilitar una sala llamada TPR que integre el área de trabajo de parto y reposo o recuperación donde las mujeres puedan realizar todo el proceso de parto sin necesidad de ser trasladadas a quirófano .
 A estas iniciativas, que se dan más que nada en el espacio público, se suman algunas, aunque aisladas, que se pueden destacar en las clínicas privadas. Desde hace seis años el obstetra Hugo Páez no trabaja solo en el momento del parto. La mayoría de las veces es asistido por doulas. Sabe que lo suyo no es común. Y reconoce que cuando las pacientes llegan a la clínica con contracciones, pero también con sahumerios, pelotas, música y pujan en cuclillas o se sientan en el suelo, sus colegas se ríen un poco y ya saben a qué médico vienen a ver. 
 "Las mujeres que trabajan previamente con las doulas llegan de una manera diferente al parto", sintetiza el médico obstetra del Sanatorio Británico. Y añade: "La mayoría de las pacientes llega y me dice que sabe que trabajo por un parto vaginal y que quieren tener un parto natural, sin nada. Poder caminar, tomar agua y que no le estén escuchando el bebé con una cinta de monitoreo. Y entonces vamos por eso". 
 Páez confiesa que antes de trabajar con las doulas el índice de cesáreas que tenía en su haber profesional era del 20 por ciento, mientras que con la llegada de estas acompañantes descendió a un 10 por ciento. "Para el parto natural es que nos preparamos los obstetras, por eso no somos cirujanos", concluye.

jueves, 11 de octubre de 2012

En la Semana del Huevo, comelo con confianza, que no engorda

Lunes, 08 de Octubre de 2012
 NUTRICIÓN SALUDABLE MEYEUCON.ORG 



¿Sabías que hoy comienza la Semana del Huevo? Sí, es una iniciativa internacional que tiene como objetivo difundir los valores nutritivos de este alimento que da tantos beneficios al organismo, en todas las etapas de la vida. El huevo no aporta carbohidratos ni gluten ni lactosa, lo que lo convierte en "comodín" para diabéticos, celíacos y alérgicos a la lactosa. Solo tiene 75 calorías, es como si te comieras una fruta mediana. Contiene los nueve aminoácidos esenciales para el organismo. Su grasa es de fácil digestión y contiene muchas vitaminas. Ideal para embarazadas, porque facilita el correcto desarrollo del sistema nervioso central del embrión o del feto. La semana terminará el viernes, Día Mundial del Huevo. ¡Agendalo!

miércoles, 10 de octubre de 2012

Guardianas del sueño

Domingo 23 de septiembre de 2012 
Publicado en edición impresa 
La increíble y dulce historia de seis hermanas que velan cada noche por el descanso de otras mamás, cuidando de sus bebes mientras ellas duermen 
Por María Luján Francos | Para LA NACION 

Seis hermanas fuera de serie. Las Romero, juntas,
 son como una fiesta para las madres. Para ellas
 y sus familias, les basta con una siesta. 
Por la noche, cuidan a los bebes recién nacidos
 de otras mujeres. Experiencia, dulzura y entrega. 
Foto: Martín Lucesole 

La diferencia entre dormir y no dormir es enorme. Y cuando las noches en vela son sucesivas, la sola idea de volver a conciliar el sueño algún día parece tan lejana como imposible. Los padres bien lo saben. Por eso, se afianza una tendencia que nació asociada a los casos cada vez más frecuentes de mellizos o trillizos: contratar nurses que se instalan en las casas para cuidar de los bebes mientras la familia descansa. Una solución -siempre que el bolsillo lo permita- que gana fuerza también cuando se trata de hijos únicos. 
 La ayuda de las nurses modifica sustancialmente la experiencia de los primeros días, semanas, hasta meses en el hogar. Como explica Analía Rossi en su libro S.O.S. Manual de supervivencia para familias con mellizos, trillizos y más (El Ateneo, 2012), el aumento de nacimientos múltiples está vinculado con la maternidad tardía, con los tratamientos de fertilización asistida y con la alimentación abundante y variada. "Si los papás de un recién nacido sufren alteraciones del sueño, puedo asegurarles que, por más buenitos y tranquilitos que nazcan, los mellizos, trillizos o más, los papás tendrán más que alteraciones del sueño: pasarán horas y horas sin dormir, trabajando entre mamaderas y chupetes y pañales", escribe Rossi, mamá de mellizas. Y sigue: "Las primeras semanas fueron durísimas y estaba tan pero tan cansada que no tenía energías para dedicarles momentos de juego o relajación a mis hijas. Fueron apenas unos días, la primera semana, la más agotadora de todas, en la que yo aún estaba recuperándome de la operación y ya tenía que ocuparme de las dos bebes más mi hijo, por supuesto. Todo este nuevo hábitat se veía empañado por la falta de sueño y el desorden de los horarios para hacer cualquier cosa: me bañaba a las dos de la mañana, mi marido se afeitaba a las cuatro, nuestro hijo se despertaba a las tres y las chicas gritaban, lloraban y dormían intermitentemente...
" Las Romero, de Formosa a Buenos Aires 
Nélida, Beatriz, Blanca, Paulina, Mariela y Emilia Romero. Seis hermanas unidas por una misma pasión: cuidar a los recién nacidos y velar por el sueño de las madres, que se entregan a las manos de la experiencia. 
 Nacieron en Formosa y vivieron en la localidad El Espinillo, en el campo, a unos 200 kilómetros de la capital. "Nos divertíamos todas juntas, nos cuidábamos entre nosotras, y desde muy chicas vimos que podíamos ayudar a otras mujeres. Lo tenemos incorporado como algo normal", cuenta Nélida (51), la mayor. Ella fue la primera en venir a Buenos Aires y la que le enseñó a sus hermanas algunos secretos esenciales a la hora de cuidar a los bebes. 
 Beatriz (45) recuerda su infancia como una etapa muy divertida. Ella ayudaba a organizar todo, preparaba el desayuno y hacía la tarea con sus hermanas más chicas. Y Nélida se ocupaba de bañar a sus hermanos y cortarles el pelo. Era importante repartirse las tareas para que la familia, liderada por Eugenio y Eulalia, no colapsara. Juntos desde hace cuarenta y siete años - y sólo quince legalmente casados- tuvieron trece hijos. En la mayoría de los casos, Tito fue el partero de su mujer. Y los niños crecieron en medio del campo, sin computadora ni televisión. 
 Cómo agarrar un bebe, cómo cambiarlo, de qué forma transmitir seguridad. Y también la forma de crear un vínculo. Todas esas claves transmitió Nélida al resto que, como en el caso de Emilia (33) y Paulina (37), comenzaron a cuidar chicos cuando cumplieron los dieciocho. 
Está dicho que el sueño deviene en tema central en la vida de quienes se convierten en padres. El ritmo de los recién nacidos suele ser muy demandante, y si bien cada niño es diferente, existe un cansancio propio de los primeros meses que sin lugar a dudas es un denominador común. La situación se complica cuando en la familia ya hay otros chicos. 
 Para resolver esta parte de la vida posparto están las nurses, que cuidan a los bebitos durante la noche: los bañan, los cambian, los hamacan en brazos, los alimentan con la leche de sus mamás en mamaderas para lograr que el descanso sea un poco más prolongado para estas mujeres que intentan de a poco recuperarse físicamente de la experiencia del parto o la cesárea. 
 Estas guardianas del sueño, que generalmente llegan a las casas a la noche y se van a la mañana, se insertan en cada familia de un modo casi tan natural que más de una mamá se sorprende. Tanto que logran su confianza. 
 Tal vez uno de los secretos de estas seis hermanas sea que aman su trabajo, tanto que casi no lo consideran tal. Pero además de disfrutar de lo que eligieron, se ponen en la piel de la mujer puérpera, que puede estar dolorida después del parto, que puede tener alguna dificultad con la lactancia, que atraviesa una verdadera revolución hormonal, que intenta conectarse con su hijo y cuidarlo, pero que también tiene otros hijos que la reclaman, además del marido y la casa que debe seguir funcionando. Ellas se ocupan de los bebes, pero también de las mamás. "A las embarazadas las ayudan hasta tener el niño. Pero después no existe casi pediatra ni médico que ayude a las madres a decir que no reciban visitas si no quieren. Hacen siempre cosas obligadas", opina Nélida. "Tienen que aprender a decir que no, y recomiendo que no acepten visitas los primeros días en su casa, porque las visitas complican muchísimo.
" A Nélida y a Beatriz les tocó trabajar con una mujer que mientras amamantaba a su hijo pedía que le dieran agua en la boca (como si la mamá fuera un bebe). "Y con esta clase de mimos quedan fascinadas, se sienten cuidadas, comprendidas.
" Una situación que cuentan como recurrente es que las madres se desvelen y vayan llorando a su cuarto. Lloran por el dolor de los puntos y dicen que los maridos no entienden esa parte. Y encuentran en ellas alguien que las escucha con atención sin importar la hora.
 En tantos años de experiencia en este rubro, las Romero han encontrado diferentes tipos de familias. Y al entrar en la intimidad de cada hogar, se convierten en seres muy cercanos. Logran en las casas la confianza propia de un familiar, pero al mismo tiempo conservan la distancia que las ubica en ese lugar de equilibrio. Trabajan, pero no es un trabajo tradicional. Se involucran emociones y se encariñan con los recién nacidos, pero saben que en algún momento tendrán que partir.
 Entre carcajadas generales, Nélida confiesa que cuando van por primera vez a un trabajo no les da miedo el bebe, sino los padres. Los niños siempre están a disposición para que uno se ocupe, los mime. "Nos asusta que no entiendan que nosotros los queremos ayudar. Hay papás que dejan que colaboremos y otros que son tercos, que de ninguna manera aceptan sugerencias. Nosotras también nos adaptamos a ellos.
" Con tantas familias en su haber, pasaron por todo tipo de situaciones. Emilia estuvo con una mujer que le pedía que cambiara el pañal del bebe sobre su pecho cuando ella estaba acostada. Y después le indicaba que la ayude a ponerlo en posición para comer y la hacía volver a los diez minutos para que lo hiciera del otro pecho. Cosas que parecen insólitas, pero que a las madres de recién nacidos le suenan menos alocadas. O al menos tienen el apoyo de las nurses que respetan sus ocurrencias.
 A Blanca (41) le tocó cuidar a unas mellizas que ya dormían toda la noche, ¡diez horas seguidas! Y la madre la contrataba igual, para descansar tranquila. "Quería que me quedara hasta el año porque sentía fobia de que le pasara algo a sus niñas.
" Mariela (35) cuidó junto con Blanca a Juanqui, un bebe bastante llorón e inquieto. Y se acuerda de que la primera semana los padres estaban atrás de ellas por todo el living. "Los teníamos que retar para que se fueran a dormir, porque ¡¿para qué estábamos nosotras ahí?!", se preguntaban. "Al final lo dejamos educadísimo, se dormía en la cuna toda la noche, pero después nació su hermana y ahora se despierta, es como que retrocedió.
" Y Nélida recuerda con gracia que un papá, hace muchos años, le dijo: "Neli, si yo llego a tener mellizos o trillizos vendo todos mis muebles y mi auto, y te contrato un año entero". "Hay padres que nos divierten mucho y que realmente valoran nuestro trabajo", comenta. 
 Las familias se acostumbran a que cada noche suene el timbre, generalmente en la hora más complicada si hay más hijos, que es la del baño y la comida. La llegada de cada guardiana a su lugar de trabajo es un momento realmente esperado. Y para ellas, cuanto más caos, mejor. Así sienten que su trabajo vale la pena. Felices de ayudar. 
 "Si me ganara la lotería, trabajaría gratis", sentencia Paulina. "Es que para nosotras es algo placentero", suma Nélida. Y Beatriz remata diciendo que a veces las miran con cara rara. Emilia cuenta que tiene una colección de fotos de los bebes que cuidó y que cuando se la mostraba a una mamá, le decía: "A vos Emilia te gustan todos los bebes, ¡a mí solamente el mío!
" Van pasando los primeros días de las familias al lado de estas mujeres experimentadas en el arte de cuidar recién nacidos, y, entre abrazos, caricias y palabras afectuosas, los bebes aprenden a dormir toda la noche sin llantos. Parece una fórmula mágica. ¿Cuál es el secreto? Ellas dicen que es, simplemente, porque les dan mucho amor. Y que con el chupete les enseñan muy de a poco a comer cada vez de forma más espaciada. Admiten que sufren si les piden que dejen a los chicos en la cuna para no malcriarlos. "¿Para qué estamos acá? -se preguntan-. Las mamás nos dicen que vamos a malcriarlos, pero hasta los tres meses no se los malcría. Son más buenitos cuando los tenés mucho en brazos, porque les das contención, mucha seguridad", advierte Beatriz. 
 Da la sensación de que todo es fácil cuando ellas toman la palabra sobre el complejo universo de la maternidad (y la paternidad). Incluso aseguran que su propia madre, que amamantó durante dos años a cada una de ellas y a sus hermanos varones, no se volvió loca nunca a pesar de haber criado a tantos hijos. 
 Ellas son madres también
 Las seis hermanas Romero tienen hijos. El más chico es el de Paulina, de ocho meses. Se impone la pregunta: ¿cuándo descansan ellas? Con toda naturalidad responden que duermen una buena siesta. Además, las más grandes trabajan noche por medio (se turnan entre ellas). Siguen conectadas con las familias con las que trabajaron y las llevan de viaje en varias oportunidades. Europa, Estados Unidos o el Caribe son algunos de los destinos que visitan con los chicos que cuidaron desde que tenían tres días, que van viendo crecer y muchas veces las convierten a ellas en niñeras que juegan, corren y pasean gustosas por distintos puntos del mundo. 
 Beatriz tiene cinco hijos y generalmente vuelve a trabajar cuando sus bebes cumplen seis meses. Escucha por teléfono la voz y si la mamá está desesperada, vuelve al ruedo sin dudar. "Me acuerdo de que María Eugenia tenía cuatro meses y un papá me llamó casi treinta veces. Beatriz, por favor, son mellizos que lloran todo el día, no sé qué hacer. Entonces fui esa noche y realmente me sentí tan bien por ayudarlos. Mi bebe ya dormía. Generalmente arranco con estas situaciones que me generan energía." 
 "La mamá más difícil que me tocó soy yo -cuenta divertida Paulina-. Sólo conmigo se calma mi hijo", asegura. "Paulina es la más egoísta con su hijo y yo soy la mamá más vaga: no cocino, no lavo, no limpio", reconoce Nélida que tiene a Marcelo, de 26, ¡y como trescientos hijos postizos! Entre ellas se van definiendo y se van describiendo como mamás, entre risas. Beatriz parece ser la malcriadora. Y a Blanca le tocó el mote de la difícil: con hijos de 8 y 11, cuenta que cuando los tuvo se volvió a vivir a Formosa. "Me dediqué a cuidarlos. No trabajé, sólo cuidé de ellos. Voy y vengo de Formosa.
" La más alegre del grupo es Emilia. Y Mariela es muy celosa de su varón. Sus hermanas dicen que le cuesta dejarlo volar. 
 El difícil hasta luego 
 Apenas sienten que su trabajo está concluido, llega el inevitable pero paulatino despegue, que claro que es más difícil para las madres que para sus hijitos. En general, las guardianas dejan de ir a las casas día por medio y de a poco se van despidiendo. Se encariñan, claro. Pero en general siguen en contacto con las familias de las que formaron una parte importante durante un tiempo. Y como son seis, tienen la posibilidad de acudir al rescate de aquellas mamás con las que ya trabajaron a pesar de estar en un nuevo trabajo. Se reemplazan y se arreglan para cumplir con todo. "En general no entienden cuando decimos que nos vamos porque tenemos que ayudar a otra mamá. Nos preguntan si su plata no vale. Pero no es una cuestión de dinero. Es que queremos ayudar a otros", resume Nélida. Todas están de acuerdo. Siempre habrá una nueva familia que las espera. Y la historia vuelve a empezar.


 EMILIA (33) CON SIMÓN Foto: Martín Lucesole
"Ella es básicamente un ángel de la guarda para que yo pueda dormir de noche. Si no está, no descanso del todo, porque estoy pendiente de si Simón hace algún ruido. En cambio, con Emilia puedo apagar la oreja, confiar", cuenta Ivana, mamá de Simón. "Tengo otro hijo de 3 años y con él la experiencia fue completamente diferente. No tenía ninguna ayuda. No dormía nada. Los primeros dos meses viví en una nebulosa. No sabía cuándo era de día y cuándo de noche.

" MARIELA (35), CON OLIVIA Foto: Martín Lucesole
"Apenas el Evatest me dio positivo, le avisé a mi marido y la segunda persona en saberlo fue Mariela. Si tenés otros hijos, de esta manera les podés dedicar tiempo a los más grandes, bien relajada y tranquila. Empezás el día de otra manera. Te renueva las pilas", cuenta María José, de 36 años. "Mariela la tiene muy clara y te señala adónde es el camino", cuenta Adrián, de 41 años, dedicado a la logística de barcos. Adrián y María José son padres de la pequeña Olivia y de Juan Cruz. 


PAULINA (37) CON VICENTE Foto: Martín Lucesole
"Tiene unas manos especiales. Cuando alza a Vicente te da una tranquilidad total. La ves cómo lo agarra, lo mira, lo toca y sentís que hay amor", cuenta la arquitecta Milagros, 37 años, de Parque Patricios. "Paulina tiene un trato que sentís que el chico con ella está tan bien como con uno. Eso te permite al otro día estar diez puntos, superfresca para jugar con el bebe. Y también tener un espacio para Lorenzo, mi hijo de 4 años. Mi marido (Sergio, de 46, empresario) y yo comemos a la noche solos con él. No la dejás nunca más.

BEATRIZ (45) CON JOAQUÍN Foto: Martín Lucesole 
"Siendo padres primerizos, sentimos tranquilidad, aprendemos con ella, despejamos un montón de dudas. Incluso nos permite hacer una salidita a la noche, y despejarnos de los primeros días que son muy demandantes", relata Carlos, ingeniero, de 33 años. "Una amiga me decía que cuando quedara embarazada lo primero que tenía que hacer era llamar a mi mamá y enseguida a la nurse. Dudé bastante. Mi casa no es muy grande, tenía miedo de sentirme invadida. Finalmente lo hice y ahora estoy chocha", comenta Isabel, licenciada en Comunicación y mamá de Joaquín. 




BLANCA (41) CON RENATA Foto: Martín Lucesole
"La contratamos porque mi primer hijo no durmió por un año y los primeros seis meses fueron fatales. Con la segunda todos me dijeron que la llamara el primer mes, que los acostumbran a dormir", relata Guadalupe, que a los 38 años tiene con Esteban a Ignacio de 2 años y a Renata. "Nada que ver la experiencia. Hace un par de fines de semana estuve sin Blanca y pasé zombi todo el día. Y tengo otro chico, no me puedo tirar en la cama. Es una ayuda muy grande, un placer.


" NÉLIDA (51) CON LUJÁN Foto: Martín Lucesole 

"Tenemos cuatro hijos y Nélida estuvo en cada uno de los nacimientos, recibiéndonos en casa a la llegada del sanatorio, dándonos mucha seguridad. Serena mucho a los bebes cuando tienen sus primeros cólicos", cuenta Paz, mamá de Cruz (8 años), Pampa (6), Pedro (2) y Luján (9 meses). "Con mi primer hijo estuvo con nosotros como tres meses y me costó mucho dejarla. Tiene un carácter muy tranquilo y mucha experiencia. Hasta viajó un par de veces con nosotros."

Lazos con la vida

Domingo 07 de octubre de 2012 |
Publicado en edición impresa   lA NACIÓN
En el Mes internacional de la Lucha contra el Cáncer de Mama, campañas que llaman a la prevención 
Foto: Shutterstock
 Llegó octubre, un mes en el que todo se tiñe de rosa, color que simboliza la unión de fuerzas para difundir la importancia de la prevención del cáncer de mama. El más frecuente en las mujeres, aunque totalmente curable si se detecta precozmente cuando existe el hábito de realizar controles periódicos. En la Argentina es la principal causa de muerte por patología tumoral. Cada año mueren 5400 mujeres y se detectan 17.000 casos nuevos, la mayoría en mayores de 60 años, según un informe de la Unión Latinoamericana Contra el Cáncer de la Mujer. Se trata de la principal causa de muerte en la mujer en Europa, Estados Unidos, Australia y algunos países de América latina. Por esta razón, en su día de lucha, el 19 de este mes, y durante todo octubre, se realizarán en todo el mundo campañas de concienciación y prevención. Aquí, algunas de las principales acciones en nuestro país. 
  • HOSPITAL ITALIANO Consultas a médicos especialistas. El 16 y 17 de este mes, Hospital Central, Centro de la mujer, Potosí 4135 1º piso. Reserva de turnos por cupos limitados: 4959-0200 interno 4789 o zulma.ganghammer@hospitalitaliano.org.ar .El 18, a las 9, darán una charla en Tte. Gral. J. D. Perón 4190, Salón del Consejo, ciudad de Buenos Aires, donde se tratarán temas como la prevención, los mitos y las verdades sobre el cáncer de mama y la vida después del diagnóstico. 
  •  HOSPITAL ALEMÁN Del 1 al 5 de este mes se presentó Lazo Gigante, una muestra didáctica sobre el cáncer ginecológico, con el propósito de prevenir el cáncer de mama, cuello de útero, endometrio y ovario, y los factores de riesgo que inciden en el desarrollo. La muestra se desarrolló dentro de una estructura ambientada escenográficamente que hizo hincapié en las conductas preventivas, el conocimiento de los aspectos genéticos y hereditarios y la importancia de llevar una vida saludable. www.hospitalaleman.com 
  • FUNDACIÓN AVON La Fundación Avon realizó la 8va edición de la Caminata Avon Alrededor del Mundo por la lucha contra el cáncer de mama. Los inscriptos participaron del Desafío Guinness World Records para formar el lazo humano más grande del mundo. Quienes se unieron a este llamado salieron por la Costanera Sur en un recorrido de 10 km. Lo recaudado será donado a la Liga Argentina de lucha contra el Cáncer (Lalcec).www.fundacionavon.org.ar
  • MACMA Esta Asociación Civil sin fines de lucro, la única en el país formada por mujeres ex pacientes que ayudan a otras mujeres a superar la enfermedad, cumple 15 años y lo celebra trabajando más que nunca en su habitual asesoramiento. "Orientar, contener y acompañar a quienes padecen la enfermedad y a sus familias; y concienciar a la comunidad sober la importancia de la detección temprana."www.macma.org.ar 
  • ANIVERSARIO Estée Lauder Companies festeja el 20° aniversario de su Campaña de Concientización sobre el Cáncer de Mama y conmemora también el legado de su fundadora y co-creadora de la Cinta Rosa, Evelyn H. Lauder. Como todos los años, iluminará de rosa monumentos y repartirá folletos informativos y cintas rosas, de las que ya lleva distribuidas 115 millones.

DATOS Y CIFRAS La Organización Mundial de la Salud (OMS) previó que en el 2020 el cáncer superaría en cantidad a otros males como el sida, la tuberculosis, la malaria y los problemas cardiovasculares. ( www.docmedical.com/oncologia
La incidencia de cáncer de mama es cada vez mayor debido al incremento de la longevidad, sobre todo en países más desarrollados. A nivel mundial se producen 1,38 millones de casos nuevos cada año (representa el 23% de todos los cánceres). Presenta una alta tasa de curación, si bien ésta varía mucho en los distintos países.

jueves, 4 de octubre de 2012

El cáncer de mama podría detectarse con un simple análisis de sangre


Científicos británicos compararán el ADN de las participantes sanas con el de aquellas que tengan la enfermedad; la prevención en Buenos Aires 
Miércoles 3 de octubre de 2012 / La Nación
Una muestra de sangre podría
 indentificar el tumor en la mama. 
Foto: Archivo 

Un análisis de sangre podría convertirse en una técnica de diagnóstico del cáncer de mama más eficaz que las mamografías, según indicó hoy un equipo de investigadores británicos financiados por la organización benéfica Cancer Research UK El estudio clínico, a cargo de la Universidad de Leicester y el Imperial College de Londres, se iniciará en las próximas semanas en la unidad de diagnóstico de cáncer de mama del hospital Charing Cross de la capital británica.
 Los científicos tomarán muestras de sangre de las mujeres que acudan a esta unidad hospitalaria y compararán el ADN de las participantes sanas con el de aquellas que sean diagnosticadas con la enfermedad. 
 El objetivo es identificar los marcadores genéticos vinculados al tumor y confirmar la utilidad del análisis de sangre a la hora de elegir los fármacos adecuados para cada tipo de cáncer de mama. Los investigadores esperan que los análisis de sangre revelen además qué pacientes son más propensas a una recaída. 
 "Esta emocionante investigación significa que quizá un día dispondremos de análisis de sangre que detecten los primeros estadios del cáncer, de forma que las mujeres podrían hacerse uno al año en lugar de una mamografía", explicó el investigador principal, Jacqui Shaw, de la Universidad de Leicester. En su opinión, este avance evitaría que las mujeres sufran una ansiedad innecesaria antes de someterse a una revisión rutinaria. 
 Según Charles Coombes, investigador del Imperial College de Londres, este tipo de estudios es "extremadamente prometedor" y aunque éste en concreto se centra sólo en el cáncer de mama, existen otras iniciativas enfocadas al uso de análisis de sangre como pruebas diagnósticas de otros tipos de tumores. 
 PREVENCIÓN CLAVE
Dentro del Lazogigante, en los jardines del Hospital Alemán. 
Foto: Archivo 
 Si bien la incidencia del cáncer de mama es cada vez mayor debido al incremento de la longevidad, sobre todo en países más desarrollados (según el Ministerio de Salud de la Argentina, se diagnostican unos 17,000 casos nuevos por año), también presenta una alta tasa de curación si se detecta a tiempo, gracias a la incorporación de costumbres preventivas, diagnósticos más precisos y tratamientos cada vez más efectivos. 
 "Las mujeres deben realizar una mamografía cada dos años a partir de los 35 años y anualmente a partir de los 50", recomienda el especialista. Y agrega que "si existen factores de riesgo, como antecedentes de cáncer de mama en familiares directos (madre, tía, abuela, hija) es preciso una consulta con su médico para determinar la frecuencia de los controles que hacerse en cada caso", explicó el Prof. Dr. Jorge Gori, jefe del Departamento de Ginecología, Mastología y Obstetricia del Hospital Alemán .
Precisamente allí, en los jardines de esta institución de salud, hasta el viernes 5 se presenta LazoGigante, una muestra interactiva sobre los cánceres ginecológicos que "apunta a informar sobre los hábitos que hacen a una conducta preventiva, que van desde la realización de los controles necesarios en tiempo y forma, el conocimiento de los aspectos genéticos y hereditarios, hasta y la importancia de llevar una vida saludable".
 Respecto al cáncer de cuello de útero, se trata del tercer tumor más común en las mujeres, pero dado que el 93% de las mujeres que lo padecen están también infectadas por el HPV (el virus del papiloma humano), se prevé que la incorporación en el calendario oficial de vacunación argentino de la vacuna contra el HPV en mujeres de 11 años reducirá de manera significativa la cantidad de casos en los próximos años. Para aquellas que no recibieron la vacuna, se deben realizar un examen Papanicolau y una colposcopia con frecuencia anual a partir de la primera relación sexual.
 "Además, las mujeres mayores de 50 años se deben hacer una ecografía transvaginal una vez por año que permite visualizar en detalle el útero, los ovarios y las trompas de Falopio. Este permite observar el grosor del endometrio y detectar la presencia de quistes o tumores en el útero y ovarios", precisó Gori. 
 Jardín interior del Hospital Alemán, Avenida Pueyrredón 1640.
 Informes en www.hospitalaleman.org.ar

miércoles, 3 de octubre de 2012


No te lo pierdas!!!




El próximo sábado 13 de octubre a las 10 hs. tendremos un nuevo encuentro con el Prof. Dr. Jorge César Martínez en la Facultad de Medicina de la Universidad del Salvador dentro del desarrollo del Programa de Medicina Preventiva para padres, futuros padres y profesionales “Una Invitación a la Vida”- OMS-USAL.
Nos vamos a referir a: ¡¡EL NIÑO FELIZ!! 
  •           Cómo se construye la Mente de un niño desde que es un pequeño bebé, y los primeros años de su vida.
  •         Cómo se estimula la capacidad de Leer – Entender y Responder a las Emociones Propias y de los Demás:

La Inteligencia Emocional del niño 
  •  Cómo comprender los cinco mundos en los que vive un niño y nunca lo abandonan mientras crece.
  •  ¿Los padres pueden hacer magia? 
  • ¿Cuál es la verdadera escuela primaria?
  • El hijo ideal – el hijo real.    Enamorarse. ¿Se puede aprender a amar a un hijo?
  •    Las 4 emociones básicas. Nuestros Arquitectos de la mente.

·         La importancia de reconocerlas e interpretarlas adecuadamente.
Universidad del Salvador- Facultad de Medicina
Tucumán 1845 – P.B.- Capital Federal
Por favor confirmar asistencia secretaria de Cedieper –
Teléfono 4814-1499 DE 10 A 18 e-mail: cedieper@pediared.com 
Entrada libre y gratuita

martes, 2 de octubre de 2012

Armaron el lazo humano más largo de América contra del cáncer de mama

Fue en Buenos Aires esta mañana. 
29 de septiembre de 2012

Participaron más de 6.000 personas que buscan crear
conciencia sobre la prevención de esa enfermedad
Más de 6.000 personas conformaron hoy el lazo humano más largo de América, en la Costanera Sur de la ciudad de Buenos Aires, para crear conciencia sobre la prevención del cáncer de mama, ya que la detección precoz permite curar la enfermedad en un 98 por ciento. 
En el evento participaron 6.114 personas, vestidas con camisetas de color rosa, que simboliza la prevención del cáncer de mama, "y se convirtió en el lazo humano más grande del continente americano", aseguraron a Télam los organizadores de la campaña.
El lazo se armó desde Avenida de los Inmigrantes y Azucena Villaflor, y luego se realizó una caminata participativa de 4 kilómetros y una carrera competitiva de 10 kilómetros en el circuito de Costanera Sur. 
"Es la 8va. Caminata contra el cáncer de mama", informó Paola Albornoz, integrante la Fundación Avon, una de las organizadoras de la campaña junto con el Hospital Alemán y Lalcec.
"El mensaje nuestro es que la detección a tiempo salva vidas, cura el cáncer en un 98 por ciento de los casos, por eso es fundamental hacerse los estudios en forma temprana", dijo tras asegurar que "el cáncer de mama provoca la muerte de "una de cada 8 mujeres en el mundo". La actividad también tiene el objetivo de recaudar fondos "que serán destinados a comprar el móvil con mamógrafo de Lalcec que recorre el país realizando mamografías gratuitas a mujeres que no tienen obra social, de bajos recursos, y viven en zonas rurales de difícil acceso", aseguró Albornoz.
Mujeres, hombres y niños, pero fundamentalmente mujeres, participaron en este evento que concentró gente de la ciudad de Buenos Aires, del conurbano bonaerense y del interior del país. "Participo de estas actividades desde hace cinco años, con mi hija y mi nieta porque es una causa noble y justa", aseguró Patricia, que vive en Ezeiza y debió hacerse estudios y hasta una biopsia de mama, "pero por suerte todo salió bien". 
"Yo vengo desde Lavallol", contó Nancy de 46 años, tras afirmar que le interesa "el trabajo del móvil que va por todo el país con un mamógrafo". 
Pero para Mercedes, de 38 años, que llegó desde Tigre, la participación en el lazo y la maratón tiene un significado más preciso. "Tuve cáncer de mama y me agarraron a tiempo, pero pensé lo peor, y ahora estoy bien", manifestó.
Las estadísticas indican que el cáncer de mama es el más frecuente entre las mujeres, y en Argentina se diagnostican entre 15.000 y 18.000 casos por año. 
El armado del lazo humano para lograr que la mujer tome conciencia y acceda a los controles necesarios, se inscribe dentro de las actividades que realizan las organizaciones que se ocupan de esta problemática en las proximidades del Día Mundial del Cáncer de Mama que se celebra el 19 de octubre próximo. 
El cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente en la mujer occidental y la principal causa de muerte por cáncer en la mujer en Europa, Estados Unidos, Australia y algunos países de América Latina. 
Por este motivo, durante todo el mes de octubre se realizan cada año en todas partes del mundo actividades para visibilizar esta problemática para profundizar y expandir cada vez más la concientización y prevención de esta enfermedad.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...